Está la noche entre los dos
Desorbitadamente quieta
Sus bellos ojos llorosos
No podía creer lo que pasaba
La escena que veía
Que su voz no escucharía
Que nunca más lo vería
Pero igual lo amaría
Porque olvidarlo no podría
Será siempre la alegría
Que con ella llevaría
Hasta el final de sus días
Y a sus brazos descansaría.