¿Culpa de quién?
Tu mano sobre mi mano me exculpa,
Tu mirada al cielo, tus lágrimas me acusan.
Di a tu cuerpo decida, el mío se estremece y titubea.
Duda si huye o se alimenta del temblor de tu piel.
Temo a la dicotomía de tu ser, me hace tuyo,
me desprecia a la vez.
¡Mírame!, obedece al sentido humano más preciado,
desnúdame y júzgame, hueles a mar y río.
La penumbra arropó al día y lo hizo descansar,
mi suspiro fue un grito al vacío.
Desorbitadamente quieta está la noche entre los dos.
Adiós …