Llevaba el invierno
agazapado en los bolsillos.
Nos encontramos sin saberlo
en el momento preciso.
Se juntaron nuestros tiempos
sin dilemas ni artificios.
El destino atónito
hizo rodar al olvido.
«Porque te hice de la nada,
de la sorpresa y el deseo».
Una distancia extraña
me acercaba sin remedio, a ti.