Te escribo y sé que escribo,
para que no me leas…

Te escribo porque hoy no te he escrito,
aunque escribiéndote ahora yo
no tenga ya mucho sentido.

Supongo que así en sentidas
son mías las cosas contigo.

Te bienpienso y te maldigo
cosas tuyas sin que las oigas

y a escribirte perdido vuelvo
esos días en los que escribo.

Aunque te escriba en mala ahora
porque aún hoy no te haya escrito.