DOCE VERSOS PARA UN DOCEAVO CONCURSO
Por: EL TROVADOR HISPANO
Desorbitadamente quieta está la noche entre los dos seres
que juntos unen bocas y entremezclan sus suspiros,
y a la par que de sus mentes surgen ansias de placeres,
sus dos cuerpos se entrelazan y se aprietan en mil giros.
Hace tiempo que aspiraban a encontrarse en una noche,
pero nunca el cruel destino se lo había permitido.
Vean, pues, que ya el momento de su dicha, en gran derroche,
les abruma con la fuerza del deseo contenido.
Son esposos que la guerra, con sus hórridas secuencias,
su deber como soldado, los había separado,
y los dos, muy alejados, reafirmaron sus paciencias,
esperando que el destino los juntara en algún lado.