Podría tranquilizarme el sonido de la lluvia
La oscura pero romántica luz que dejan entrever las nubes
Pero ni siquiera esa luz saluda este domingo
Ha vuelto a ser uno de esos domingos cotidianos
De esos en los que tu visión es opaca por las lágrimas
De esos en los cuales mejor no tomar decisiones
Escribo para intentar reencontrarse
Para evitar volver a las andadas
Pero desde hace unos versos atrás se que es inevitable
Desorbitadamente quieta
Está la noche entre los dos
Intentando descifrar el silencio de este domingo
Así sin más, una semana más
Perdida en un domingo más