«Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos…» – José García Nieto ¡El olvido es argamasa sin cal!…
Grieta que ensancha el cimiento.
La pobreza es la ausencia de ángulo recto,
el hambre… puño y boca sin palabra.
La mentira es sílaba sin peso,
¡burbuja que estalla en obediencia!
Mi voz… es la gravedad de una piedra.
No dejaremos a los hijos el oro,
sino el plano detallado de la fisura:
la viga que cedió, el cemento falso.
La esperanza… es el último andamio
que la mano del poeta sostiene.