Mis manos vacías
se aferran al eco
de lo que ya no es vida.
Y ahora soy
las partes blandas del mundo.
La barriga expuesta,
la boca abierta.
Alimento la tierra
con mis cartas
para que lleguen a ti
en pedazos.
Te escribo y sé que escribo
para que no me leas.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.