Entre las sombras vi una silueta,
cuya espesura lucía inquieta.
Escuché palabras como de un poeta
que estremecían las voces,
desorbitadamente quietas.

Está la noche entre los dos,
como fuego vivo y feroz.
Es un secreto de un adiós:
se apaga el mundo,
se ilumina tu voz.