Entre sombras

Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos…
el viento recorre silencioso
los rincones de nuestra memoria.

Las luces de la ciudad titilan
como suspiros que no se atreven a hablar,
y cada instante se estira,
como un hilo de eternidad entre nosotros.

Nuestros pasos se pierden
en la penumbra del tiempo,
y la luna, cómplice callada,
acaricia el borde de nuestros sueños.