Te escribo y sé que escribo
para que no me leas.
Y al viento la tinta vuela
la canción que no has de oír.
Zurcir las sombras satinadas de un suspiro repentino.
Coser los atisbos alejados de un suspiro del destino.
Reparar, no. Tus alas son perfectas.
Sus daños y muescas son la muestra de un vuelo
maestro guiado de forma diestra.