Todo está mudo, silencio, solo el cielo
con su cálido abrazo nos rodea.
Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos…
Siento tu cuerpo, tu olor, tu estela.
Siento tu alma entre mis piernas, tu fulgor
me ciega.
Cierro los ojos y te veo, quisiera ser tu estrella.
Solo un sorbo de ti me ha hecho sentirte,
el resplandor de nuestros cuerpos
centelleantes nos ha unido.