Tu invitación recibo,
buscando juego y paseo jadeas;
Te escribo y sé que escribo
para que no me leas…
Ya es hora de comer, tu no bromeas.
Pienso con claridad
que el día que te encontré y hacía frío,
pensé hacer caridad,
pero con lealtad
me diste emoción, llenaste el vacío.