Con la rima a favor
y este dolor presente,
te recuerdo y te escribo
(como esparcen su muerte
las tristes chimeneas).

Te escribo y sé que escribo
para que no me leas,
escribo sin descanso…
pero apenas recibo
tu adiós manso y sin suerte.

Con la rima a favor
y aquel dolor presente,
te recuerdo y te escribo,
involuntariamente.