El firmamento es sombrío
La luna está callada
El mutismo de la noche
conspiró con el ángel
Las miradas fijas
Agarradas las manos
El destino y sus tretas
Los designios de Dios
Desorbitadamente quieta
Está la noche entre los dos
Hablaron nuestros cuerpos
Gritaron nuestras almas
Rugió el monte en silencio
El pasto fue la cama