Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos…
sin embargo no hay silencio
solos tú y yo.

Entrelazados como una escultura
de barro y de pasión
da igual el dibujo de nuestros cuerpos
porque tú y yo sabemos diferenciar
entre el deseo y el amor.

La verdad renace de nuevo
y volvemos a amarnos con el mismo corazón,
abracemos el tiempo con un deseo
de seguir juntos hasta el final de la canción.