Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos.
Nunca encontré en la nuclear
mirada el gozo de la calma,
la palpitante ansia del vuelo:
callado y ligero anhelo.
Nunca adivinamos respuesta
a los corazones plegados.
Escafandras de atención
en conversaciones de días
de asueto sincero y proscrito.
entre los dos mora la noche
detenida, excesivamente.