Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos
¡Oh tú la más bella criatura! ¡Oh poeta!
¿quién osó postrar la Luna entre nos?

Dime, qué Ser de este planeta
se entromete tanto como Dios,
en nuestras vidas de forma discreta,
y en luna llena, distinto de vos

me hace sufrir los más rudos delirios.
Eres como la rosa pisoteada,
sin mí. Lento, voy como un lilio

tragado por esos martirios
profundos, cual herida reclavada,
donde duermo yo, exiliado de auxilios.