Luz de noche

Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos.
Mi pulmón rebalsa coplas
que ningún cupido escuchó.

Tu cara diáfana y lejana,
mansa como bestia muda,
arranca mí palabra de la estrofa,
y convierte tu verso en boca.

Luz de luna, luna de cera,
haces mi sombra más pequeña
y retomas impávida tu marcha
como si no hubiese ocurrido nada.