Te llamo y sé que llamo
para que no me atiendas …
Te canto y sé que canto
para que no me sientas …
Te escribo y sé que escribo
para que no me leas …
Te busco y sé que busco
para que no me pierdas …
Pero, te llamo, te canto,
yo te escribo y te busco;
pues mas tu mente calla,
tu alma más me reclama.