Desorbitadamente quieta está la noche entre los dos
Hay un silencio de piedra en tus labios
y una espada en tu pecho que hiere hasta el hueso de mi alma
Debajo de tus parpados escarbo…escarbo,
y menguante luna en tus pupilas intento descifrar
mas hoy tu semblante es blanca bandera de guerra,
y yo inerme solo atino
a entregar esta rosa negra de paz