Así, desorbitadamente quieta
parece que está la noche entre los dos,
la noche está esperando que yo muera,
también mi sombra comparte este dolor.

La noche toma forma de una fiera
dragón del aire, soledad vacía
sombra de mí, amarga primavera
incendio del color, melancolía.

La noche es dispensario de la pena
donde reposa mi dolor abierto
lejos del sueño, lejos del desierto

donde se extingue mi reloj de arena…
soy y no soy aquel que está despierto
en la noche voraz que lo encadena.