Afuera, las primeras lluvias me recuerdan a ti,
la sonrisa en tus labios,
tus sandalias mojadas,
la ausencia del tiempo en tu compañía.
Apenas han pasado unos días.
Te escribo y sé que escribo
para que no me leas,
para grabar, apenas,
tu recuerdo, también,
en la piel de este cuaderno
que te nombra, obsceno,
y extraña tus manos-caricia
y el olor de tu pelo.