Dentro de mí creció, y aún no puedo entenderlo.
Espera mi útero un poco de tu aliento. Mi madre dice que no es un órgano, que es una primera madre, que la tristeza que se derramó cuando dejaste mi cuerpo es porque la madre te está buscando, la madre no sabe a dónde fuiste.
Inundado de luz sembraste el primer mar de tus ojos y allí jugué con tus dedos pequeños. Desorbitadamente quieta está la madre, entre los dos.
Y fue como si tuviese ganas de abrazarme al mundo,
como si yo también llorase en tu boca.
Respiras y me estremezco. Desorbitadamente quieta está la noche entre los dos.
Cerca de mi pecho han pasado los días…me pregunto si podré ser más que tu alimento.
Si podré saciarte.
Allí, entre los dos, ahora mismo un pliegue, luego un abismo.
Allí entre los dos,
desorbitadamente quieta está la noche.