Dolor de tenerte cerca
hablarte libre y segura
mas no poder abrazarte
por orgullo de alma herida.
La luna brilla con rostro triste
y espera el momento justo
de sanar el daño infligido
sin esperanza ni anhelos.
Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos
nada mueve las hojas
de ese destino
que un día fraguamos
con tanta ilusión.