Te escribo y sé que escribo para que no me leas,
Porque mis palabras ya han llegado a tu corazón,
Recorriendo mis venas,
Llenando cada rincón.
Porque sé que tu perdón no necesitas palabras,
Que todos los caminos me llevan a tus brazos,
En la tormenta de la noche,
Con mi alma en mil pedazos.