Te escribo y sé que escribo
para que no me leas
Te veo y ruego
para que no me veas
Porque al abrigar en tu alma un beso mío
Puedes sentir cierto hastío
Quizás en desesperanza algún río
E incluso hasta desvaríos
Mi pasión por tenerte se torna un rezo
En el que la súplica es siempre la misma
Se transforma en una crisma
En la que siempre quedo preso
Todo, todo por un beso