Cada mirada es un camino,
Una breve ilusión,
La voz muda que quizás nadie entienda.

Puedo contar las noches que pasaron mis manos bebiendo de tu sombra,
Que luché contra todo espasmo de abandono.

He buscado el portal perdido de tu boca
En la ahogada locura de mi aire,
Insomne brasa prendida en un recuerdo.

Mensajeros los ojos, umbrales de palabras,
Guardan el sencillo gesto de llamarte…
Y te escribo y sé que escribo para que no me leas…