¡Qué descaro!
¡Besarnos como nos besamos!
Si hasta los semáforos
Rojos se pusieron
Y miles de ojos transeúntes
No dejaron de mirarnos.
¡Qué descaro!
¡Besarnos como nos besamos!
Tú, quince años. Yo, diecisiete.

Te escribo y sé que escribo
para que no me leas…