Debajo de este puente la lluvia no hiere.
Escucho su danza maldita en el metal.
Cierro los ojos, sé que tiemblo de frío.
Y un pájaro me canta canciones de amor.
Es duro el invierno perenne del olvido.
!Gritaré tu nombre hasta quemar el dolor!
Se abren mis párpados. La verde mirada,
clavo fija en el blanco de un viejo papel.
Te escribo y sé que escribo
para que no me leas…
Pero confío al viento mi poema fallido.
Y lo veo volar, como al pájaro, lejos.
Y me duermo soñando que te alcanzará.
La incesante lluvia moja mi alma. Lloro.
Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.