Te escribo y sé que escribo
para que no me leas,
porque iré a buscarte.
Iré a buscarte entre las sombras.
¿Qué oculto destino te ampara?
El otro sol te esperó en vano.
Las penumbras te harán sentir el encierro.
Te persigo; el aire que me asfixia
es tu entorno más preciado.
Soy tenaz, perseverante.
Siento que estoy persiguiendo un engaño.
El desierto es el más terrible laberinto.
La interminable postal del desencuentro.