Los pájaros son mutismo,
sobre nidos de tu voz.
Los lobos son altavoz
de aquel infinito abismo.
Eres electromagnetismo
bajo alma de mareas.

¡Oh!, impávida nave de vida
que anda al tiempo sin andar.
Te amo, tierra querida.
Te escribo y sé que escribo
para que no me leas…
sino para que me sientas.