Te escribo y sé que escribo,
sé que nunca te irás del todo,
aunque no vuelvas, yo regreso,
y cuando te escribo, vuelves,
para que no me leas…
Aunque sea por ese instante efímero
en que te siento, en que estás.
Cada letra justifica la huella en mis dedos,
aunque no pueda abrazarte,
puedo hablarte y verte,
aunque no pueda verte ni hablarte,
abrazo cada palabra que te nombra,
aunque solo sea un reflejo, existes,
y en esa chispa, yo descanso.