Ceguera

Esta perenne necesidad de estar,
carcome mis heridas y lame mi conciencia,
me aguarda por las noches al desenfundar la almohada,
me arropa, me prepara para soñar.
Yo solo quiero correr lejos, a la irrealidad, a la amargura de la inexistencia
y me despierto, me despierto.
Tambalean mis sentidos que toman el té con la estabilidad,
me hacen llorar, atesoran mis días y dejan pasar la verdad,
y yo sigo dormida, tranquila, sin saber que hablan las formas recreadas,
que hablan los cuerpos transformados,
Nadie se es leal, no piensan, solo actúan,
qué egoístas, qué descuido, qué pena …
Hemos perdido.