Viene esta noche el dolor de haberte sublimado,
de haber dejado atrás la rueda de los días,
las posibilidades nuestras
de crear alternativas.
Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos…
me obliga
a comprender que todo ha terminado,
que me humillé al deseo de existirnos mañana.
Nadie me dijo que amar sería esto:
estar sola sin ti,
completamente sola,
en el adentro.