Caminando descalza,
entre la arena y el mar que acaricia el fin del mundo,
entre la lejanía y la cercanía de mis versos.

Porque vuelo donde las raíces sostienen el plexo de esta autora,
donde me pierdo y aun así no me encuentro.

Porque no hay remanente ni desbalance,
porque puedo bailar en las costas del azul plata,
porque suspiro en la inspiración de estas manos.
Hablan las formas recreadas,
hablan los cuerpos transformados,
por la poesía que renace en el torrente de mis venas.

Porque escribo con la luna entre mis versos,
con taquicardia en prosa,
con las formas sin formas que forman mi desarme.