Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos,
y desorbitado por vos
mi corazón busca tu meta.

Del tropiezo hago voltereta,
cada segundo avanzo en pos
de estar en tu órbita y que Dios
gire mi mundo en tu planeta.

Seamos como Tierra y Luna
unidos en abrazo eterno,
envueltos por la noche calma.

Seamos los dos tan solo una
sin temor a ningún infierno,
seamos siempre la misma alma.