«Te escribo y sé que escribo
para que no me leas…»
Para que en las calles veas
Las improntas de mis pisadas.
Los colores de la ciudad admires
Pintadas por las mariposas.
Los pájaros con sus alas al viento rasgan
Y las fragancias de las flores se esparcen
Por los diferentes rincones donde me pierdo,
Hasta llegar a La Catedral, donde sus feligreses
Sin importar el color de la piel se respetan y aman.