Yo seguiré buscando en tu ausencia
el encuentro que me tienes reservado.
Y tú, sin que yo lo sepa,
– porque no lo sé, pero lo intuyo –
me seguirás observando en la distancia
directamente oculta,
entre las paginas cerradas
de un relato de bolsillo en blanco
como una cita a ciegas
que contemplas y nunca se da.
Mientras te sigo buscando.
Desorbitadamente quieta
está la noche entre los dos.