Ancladas entre cuatro paredes,
grabadas en su piedra erosionada.
Hablan las formas recreadas,
hablan los cuerpos transformados, inertes,
cuentan historias de hoy,
cuentan historias de ayer.

Quizás hablan con voces de antaño,
quizás de favores rogados,
quizás de oraciones escondidas,
grabadas en su piedra erosionada.

La luz que atraviesa la oscuridad del pequeño ventanal,
trae consigo un esperado perdón en una nueva oportunidad,
desde el amanecer al ocaso tengo para hallarlo.
Sólo así saldré de mi celda.