La tarde está acabada.
Te has ido, te has marchado,
sabiéndolo casi todo.
Casi todo lo que he dicho,
casi todo lo que nunca he dicho.
Te escribo y sé que escribo,
para que no me leas…
No lo hacías antes,
no lo harás ahora.
Te escribo a ti,
estas palabras no son más que tú.
No te sabes leer y
no sabes que te escribo.
La tarde sigue estando acabada.