«Te escribo y sé que escribo para que no me leas…»
A ti crueldad que te enmascaras en una falsa piedad,
ferocidad, que te escondes tras un rostro ficticio de amabilidad,
impiedad oculta en engañosos actos de bondad,
salvajismo disfrazado de civismo,
atrocidad tratando de ocultar la verdad,
barbaridad en contra de la libertad;
¿Acaso no fue suficiente ya?
¿No estás satisfecha con tanta maldad?
¿No te bastó con robarnos la paz?
Te escribo a ti Crueldad, sabiendo que no me leerás y no rectificarás; porque tu insensibilidad no sabe de humanidad.
Y te digo algo más… Indulgencia para ti… jamás.