No quiero sentir más tu olor ni esa desnudez inútil.
Prefiero el silencio esquivo con tu ya habitual frialdad.
Duelen aquellas palabras que suenan a noche negra.
Imploro que amanezca pronto y de tu lecho escapar.

Desorbitadamente quieta está la noche entre los dos.
Nuestras mentes en vela ya sueñan sueños diferentes.
Te amé, te deseé, te quise sin saber que habría final.
Siento sin sentir creyendo saber lo que tú no sientes.

Un negro cielo nocturno parece querer hoy gritar.
Luz tenue ilumina muestra triste existencia falsa.
Calladas miradas sucias mienten entre parpadeos.
Mentiras pululan esquivas donde posar sus garras.