Soberano secreto albergamos
de tantas veces que he querido
mostrar a gritos verdad certera:
los poemas comprenden a su manera.
Te pido perdón por mi silencio
porque así comprendo el diluvio,
error que en las horas yo presencio
y que nace ahora siendo tuyo.
Y por eso te escribo,
te escribo y sé que escribo
para que no me leas
el secreto fugitivo
escapándose de los poemas
y dejando de ser mío.