Hablan las formas recreadas,
hablan los cuerpos transformados.
En el lienzo, trazos despiertos,
en el mármol, gestos plasmados.

El artista con su pincel,
el escultor con su cincel,
dan vida a la materia inerte.

Los colores danzan en armonía,
las texturas cuentan su historia,
que despiertan en nosotros la memoria.

Las formas hablan sin palabras,
los cuerpos encuentran su voz,
en cada obra palpita el alma,
en cada creación se revela la armonía de Dios.