El abismo abrió sus fauces de par en par,
la curiosidad alzó el humeante cañón;
un soplo efímero directo a la sien
dibujó en vibrante rojo una flor en la pared.

Hablan las formas recreadas,
hablan los cuerpos transformados,
recuerdos sensibles de voces paganas.

Niños sollozando,
en efervescentes lagos de fuego.
Hazme el favor de cerrar la puerta al salir.