Mucho antes de que la psique tergiverse
las señales que nos envía, engañando,
es la piel la que se muestra como ansía,
es la piel la única vía de contacto.
Por ella hablan las formas recreadas
donde siendo ella misma, ella misma baila,
se transforma, se eriza, se sonroja,
poniendo alma y cuerpo en su danza.
Y donde hablan los cuerpos transformados,
es donde ella misma se atreve a transformarlas,
a recogerlas y a redimirlas,
a traducirlas y re-interpretarlas.