Hablan las formas recreadas,
hablan los cuerpos transformados…
Hablan quienes se levantan desde los fríos labios
de la hierba y se disuelven entre
la niebla de las grandes manadas.
Hablan las soledades temibles, los fieles hijos,
las flores polvorientas.
Hablan las lentas voces de los desaparecidos
las la piedra temerosa.
Hablan los destinos terrestres, los días apagados.
Hablan las grietas piadosas del tiempo,
las mismas que desgastadas se apiadan
de los dioses olvidados.
Hablan y yo los miro, mientras otros callan.