Se miran bajo el manto de una trémula noche cualquiera,
…desnudas: la sangre y las sombras.
Hablan las formas recreadas
Se miran de frente, haciendo un hueco al recelo de siempre.

La duda entre dos,
el quizá de un poseerse.
Hablan los cuerpos transformados

Se miran quedas, enmudecidas,
dibujándose el reflejo quiral de dos bocas que serán una;
desconociendo que, al amanecer, no habrá luna bastante ni suficientemente elocuente para desenredarles las pieles.