Hablan las formas recreadas,
almas del firmamento.
Hablan los cuerpos transformados
que perviven mansos en el suelo.
Nos hablan de vida, historia, ejemplo.
Nos susurran el camino más piadoso, más sereno.
Poco a poco, humilde, sencillo,
que sirvas de consuelo,
que pases sin dejar huella,
que solo quede un leve recuerdo:
como una pluma en el aire,
como una sonrisa de abuelo.